Cuestiones
La integración de las mujeres y niñas migrantes es fundamental para apoyar su autonomía económica y fortalecer la cohesión social. Para lograrla, es necesario eliminar las restricciones de género en el empleo formal y permitir la participación de las mujeres migrantes en la vida económica y social. La transición de la economía informal a la formal reduce la exposición de las trabajadoras migrantes a condiciones de trabajo precarias, a la violencia de género y al acoso sexual.
Las organizaciones de mujeres y de mujeres migrantes, junto con los sindicatos, desempeñan un papel crucial en la canalización de la información, tendiendo puentes con la comunidad en general, respaldando a las mujeres migrantes en sus roles de líderes y agentes de cambio y ayudando a promover el respeto y el entendimiento mutuo en sus comunidades.
Muchas mujeres y niñas migrantes están marginadas y tienen más dificultades para integrarse; ello puede deberse a barreras lingüísticas o culturales que socaven su capacidad o voluntad de integrarse. La participación en cursos de idiomas o de orientación cultural ayuda no solo a acrecentar la confianza de las mujeres migrantes sino también a cerrar la brecha entre sus expectativas y las realidades de la vida en el país de destino.
Esos cursos ayudan asimismo a transmitir a las mujeres migrantes la información que necesitan para acceder a los servicios clave en sus nuevas comunidades.