Cuestiones
La erradicación de todas las formas de discriminación de género —incluidas la segregación en el mercado laboral, las brechas de género en la remuneración, la falta de participación política, las restricciones de los viajes, la violencia sexual y de género, la falta de acceso a documentación y la falta de acceso a la educación y la formación profesional— es una tarea de la máxima importancia.
El racismo, la xenofobia y la pobreza agravan las desigualdades existentes y deben eliminarse a todos los niveles, de conformidad con el derecho internacional de los derechos humanos. En todo el mundo se ha culpabilizado y estigmatizado a los migrantes como portadores y propagadores de la COVID-19, con la consiguiente discriminación.
Se necesita un discurso migratorio basado en información comprobada, que modele las percepciones públicas sobre las mujeres y niñas migrantes en función de la realidad y no de estereotipos. Debería alentarse a los medios de comunicación, incluidos los medios sociales, a informar sobre los migrantes de un modo no discriminatorio, que tenga en cuenta el género y la discapacidad y que promueva la tolerancia y el respeto mutuo, también en el contexto de la pandemia.
El uso de un lenguaje respetuoso de las cuestiones de género, la difusión de las voces e historias de las mujeres y niñas, la representación de las mujeres migrantes como protagonistas y agentes y no como víctimas, y la diversidad de género en los consejos de redacción son factores de importancia crucial.