Cuestiones
Las medidas de investigación y las evaluaciones individuales en las fronteras deben basarse en los derechos humanos y tener en cuenta las cuestiones de género, la discapacidad y las diferencias culturales, para que todos los migrantes sean objeto del debido proceso y de un trato digno.
Los oficiales que realicen las evaluaciones deben estar capacitados para reconocer a las personas que hayan sufrido traumas, en particular a las mujeres y niñas víctimas de la trata o supervivientes de experiencias de violencia sexual y de género vividas durante el viaje o antes de él. También deberían tener la capacidad de reconocer a los solicitantes de asilo y remitirlos a los procesos y mecanismos pertinentes.
Durante la pandemia de
COVID-19, la tramitación de los casos de migrantes que soliciten la admisión o la estancia por motivos humanitarios debería continuar, incluyendo los casos de mujeres migrantes que hayan sido víctimas de la violencia sexual y de género o de otros traumas. Las evaluaciones deben realizarse con una perspectiva de género, en espacios seguros y dedicados exclusivamente a ese fin, y en un idioma que el migrante entienda o con la asistencia de un intérprete.
Cuando en los puntos de entrada se detiene a menores no acompañados por un progenitor ni por un tutor legal, se les debe proporcionar representación legal o un tutor ad litem desde antes y hasta el final de la investigación, informándolos de todos los derechos que los asistan en virtud de la ley en un idioma que entiendan.