Cuestiones
Las fronteras deben gestionarse de un modo que tenga en cuenta las diferencias de género, las necesidades particulares de los niños, la discapacidad y las diferencias culturales, cumpliendo el principio de no discriminación y velando por que todos los migrantes, independientemente de su situación migratoria, sean tratados con dignidad y respeto.
La integración de la perspectiva de género en las políticas y procesos de gestión de fronteras puede ayudar a crear instituciones y procesos de gestión más representativos y diversos, y a mejorar la detección de las mujeres y niñas migrantes en situaciones de vulnerabilidad, incluidas las víctimas de la trata, y la asistencia que se les presta.
Las políticas de gestión de fronteras deben respetar, proteger y hacer efectivos los derechos humanos de todas las mujeres y niñas migrantes, cuidando que las medidas destinadas a afrontar la migración irregular y combatir la delincuencia organizada transnacional no menoscaben los derechos y la dignidad de las mujeres y las niñas.