Cuestiones
Las mujeres y niñas migrantes, particularmente las que no tienen acceso a vías de migración seguras y regulares, pueden emprender viajes peligrosos y azarosos, con un alto riesgo de violencia sexual y de género, explotación, trata de personas, lesiones y muerte.
En algunas rutas, viajan por tierra, exponiéndose al agotamiento físico, la inanición y la deshidratación (particularmente cuando deben recorrer largos tramos de desierto a pie) o a los ataques de bandas delictivas, que las capturan, torturan y violan o las retienen como rehenes hasta que reciben un rescate de los familiares y amigos.
Cuando nadie paga el rescate, las mujeres y niñas migrantes suelen desaparecer, y se teme que muchas hayan muerto. En las travesías por mar, corren más riesgo que los hombres de morir ahogadas, porque tienen menos probabilidades de saber nadar y la vestimenta puede entorpecer los movimientos. Las mujeres y niñas sucumben a la hipotermia más rápidamente que los hombres, lo que pone de relieve la necesidad de sistemas de búsqueda y salvamento eficaces que tengan en cuenta el género.