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
Las mujeres y niñas migrantes deberían tener su propia documentación, personal e independiente. La documentación vinculada al esposo o a un tutor, o que se deniega por alguna otra forma de discriminación de género, inhibe la libertad de circulación de las mujeres y puede aumentar su exposición a la violencia sexual y de género y a otras violaciones de los derechos humanos.
La posesión de un documento de identidad legal facilita el acceso a las vías de migración regular y a los servicios públicos fundamentales, y previene la vulneración de los derechos. Sin embargo, la falta de documentación no debería excluir a las mujeres y niñas migrantes del acceso a servicios como los de salud, incluidos los de salud sexual y reproductiva y los de salud mental, y a los servicios esenciales para los supervivientes de la violencia sexual y de género.